El ser humano tiene la capacidad de sanarse a sí mismo, y es una realidad que el arte nos tiene esta cualidad. Los beneficios a nivel físico, emocional y mental han sido comprobados en múltiples estudios, tales como una investigación “Creative Arts Interventions for Stress Management and Prevention” realizada por la Universidad Alanus, en Alemania.
paciente a manejarlo de manera satisfactoria en el futuro. La catarsis que produces actividades como bailar, pintar, escribir, componer o cantar, ayudan a la liberación de serotonina, dopamina y endorfinas, aumentando drásticamente el bienestar del paciente.
Por otro lado, la exposición a productos o espacios artísticos desata en el individuo una “cadena creativa”, la cual ayuda a motivar partes del cerebro conectadas con la satisfacción, el placer, y sobre todo, la empatía. El arte nos ayuda a entender el mundo con los ojos de otros.
Otro de los beneficios es la mejora de la memoria y la focalización de la concentración. Las distintas manifestaciones artísticas nos permiten desarrollar la concentración y optimizar de esta manera, en un futuro, la realización de tareas complejas. Al recordar las obras, evocamos distintos detalles y reconstruimos a partir de referencias cognitivas cómo lo pudimos percibir en ese momento.
El estudio destacó la mejora de la autoestima como beneficio colateral del consumo continuo de arte, así como un incremento en la mejora de la percepción propia. En un plano casi intangible, el arte alimenta y acaricia el alma.
Así que en palabras del actor Ethan Hawke, “(El Arte) Es la forma en que nos sanamos mutuamente”