Este Marte, multitudes se enfrentaron a la policía, saquearon o quemaron centros comerciales en Sudáfrica. Además, se informó de decenas de muertos, tras el encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma, en los que han sido calificados como los peores actos de violencia en años en el país.
El Servicio de Policía de Sudáfrica (SAPS) ha informado que 72 personas han perdido la vida y 1.234 personas han sido arrestadas en los últimos días de protestas.
La semana pasada, Zuma fue arrestado, en el marco de las severas restricciones sociales y económicas destinadas a frenar la propagación del COVID-19. Así, se ha degenerado saqueos y muestras de ira generalizada por la desigualdad que persiste 27 años después de la caída del apartheid.
Zuma fue sentenciado por desafiar una orden del tribunal constitucional de declarar en una investigación sobre la corrupción de alto nivel durante sus nueve años en el cargo hasta 2018. También enfrenta un juicio en un caso separado por cargos que incluyen corrupción, fraude, extorsión y lavado de dinero.
De acuerdo con los reportes de los funcionarios de seguridad, el gobierno está intentando detener la propagación de la violencia, que se ha extendido desde el hogar de Zuma en KwaZulu-Natal hasta Gauteng.
“Ninguna cantidad de infelicidad o circunstancias personales de nuestra gente le da derecho a nadie a saquear, destrozar y hacer lo que quiera y violar la ley”, dijo el ministro de Policía, Bheki Cele.