El jefe del equipo de fiscales federales más importante de Brasil en la lucha contra la corrupción dejará el grupo de trabajo que desmanteló la mayor red de corrupción del país y encarceló a un expresidente por aceptar sobornos.
La partida de Deltan Dallagnol llega en un momento en que el grupo investigador del llamado caso “Lava Jato”, que comenzó en 2014, se ha visto sometido a una creciente presión para que se disuelva. El fiscal general del país debe tomar una decisión antes del 10 de septiembre.
Dallagnol, un abogado de 40 años, dijo en un video publicado en redes sociales que renunciaba a su cargo de coordinador del grupo de trabajo por razones personales, ya que se ocupará de una hija enferma de 22 meses.
“Esta es una decisión muy difícil. Pero estoy muy seguro de que es la decisión correcta que quiero tomar como padre”, dijo.
Dallagnol, que ha sido criticado por los políticos por sus métodos agresivos en la lucha contra la corrupción generalizada en Brasil, será transferido a la fiscalía federal de Curitiba, donde está radicada la operación “Lavo Jato”.
El fiscal pidió a los brasileños que sigan apoyando al grupo de trabajo. La lucha contra la corrupción está en riesgo por “decisiones tomadas en Brasilia”, una aparente referencia de Dallagnol a la interferencia política.
El principal fiscal de Brasil, Augusto Aras, debe decidir para la próxima semana si extiende el mandato del grupo de trabajo por otro año, mientras crece el escepticismo sobre el compromiso de Bolsonaro con su promesa de combatir la corrupción.
El líder de la derecha asumió el cargo el año pasado en medio de la ira popular contra la corrupción bajo los anteriores gobiernos del Partido de los Trabajadores de izquierda, pero desde entonces ha arremetido contra las investigaciones de presuntos sobornos que involucran a miembros de su propia familia.
Información de Reuters