Un violento cártel mexicano que robó grandes cantidades de combustibles de la petrolera estatal Pemex pudo operar durante años porque funcionarios de alto nivel del gobierno anterior miraron hacia otro lado en vez de enfrentar el problema, dijo el jefe de la oficina del combate al lavado de dinero.
El fin de semana, las autoridades capturaron al líder del grupo delictivo Santa Rosa de Lima, José Antonio Yépez, en el estado central Guanajuato, en donde opera, en lo que fue visto como el mayor arresto desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al poder en diciembre de 2018.
Conocido como el Marro, Yépez y su organización actuaron durante años esencialmente con “la licencia” del gobierno pasado, dijo Santiago Nieto, jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda.
“Hubo una actitud omisa”, dijo Nieto a Reuters en una entrevista, aunque no aportó pruebas de sus afirmaciones.
Nieto añadió que los funcionarios federales y locales no abordaron el problema del robo de combustible bajo la administración del expresidente Enrique Peña Nieto, quien dirigió México desde 2012 hasta 2018.
En particular, Eduardo León Trauwitz, quien estaba a cargo de la seguridad en Pemex, falló en sus funciones, dijo Nieto. Las responsabilidades de Trauwitz incluían el monitoreo de la vasta infraestructura de la empresa, que comprende refinerías y decenas de miles de kilómetros de ductos.
“(Trauwitz) dejó que el sindicato operara los esquemas de control y en realidad lo que sale es que el sistema les reportaba el robo de hidrocarburo y no se actuaba de manera inmediata”, afirmó.
Un abogado de Trauwitz, el exfuncionario que alguna vez fue jefe de seguridad de Peña Nieto antes de que éste se volviera presidente, dijo que no pudo contactar de inmediato a su cliente. Actualmente, se desconoce el paradero de Trauwitz.
Un representante del sindicato petrolero no respondió a una solicitud de comentarios y un portavoz del exgobierno de Peña Nieto no pudo ser contactado de inmediato para hacer comentarios.
López Obrador dijo el año pasado que Trauwitz estaba bajo investigación por posibles irregularidades relacionadas con el robo de combustible. La UIF le congeló algunas cuentas, pero un juez federal revocó la decisión, según medios locales.
El robo de combustible en México le costó a Pemex pérdidas estimadas en 3,000 millones solo en 2018, dijo López Obrador, quien culpó a exfuncionarios corruptos por ese y otros problemas en la compañía.
La batalla para controlar el tráfico ilícito de combustible ha provocado enfrentamientos violentos entre el Cártel de Santa Rosa de Lima y el Cártel Jalisco Nueva Generación, del vecino estado de Jalisco.
Información de Reuters