Ennio Morricone, cuyas bandas sonoras para películas como “El bueno, el malo y el feo”, “La Misión” y “Cinema Paradiso” lo convirtieron en uno de los compositores de cine más famosos y prolíficos del mundo, murió a los 91 años, informó el lunes su abogado.
Morricone, quien ganó dos Oscar y decenas de otros premios como Globos de Oro, Grammys y BAFTA, se había roto el fémur hace unos 10 días y murió durante la noche en una clínica en Roma, dijo a Reuters Giorgio Assumma.
Su último Oscar lo recibió en 2016 por la banda sonora original de “Los 8 más odiados” de Quentin Tarantino, un encargo que había rechazado en un principio pero que finalmente aceptó, exigiendo al estadounidense que le permitiera una “ruptura total” con el estilo de las películas del Oeste que había escrito 50 años antes.
Morricone escribió la música de cientos de películas, programas de televisión, canciones populares y orquestas, pero fue su amistad con el director italiano Sergio Leone la que lo llevó a la fama, gracias a las bandas sonoras de varios “spaghetti westerns” protagonizados por Clint Eastwood en la década de 1960.
Entre ellas se encuentra la llamada “Trilogía del dólar”: “Por un puñado de dólares”, “La muerte tenía un precio” y “El bueno, el malo y el feo”.
Morricone usaba instrumentos no convencionales como el birimbao, la armónica amplificada, las trompetas de mariachi, el cuerno inglés o la ocarina, un antiguo instrumento chino con forma de huevo.
Su música iba acompañada de sonidos reales como silbidos, chasquidos de látigos, disparos y sonidos inspirados en animales salvajes como los coyotes.
Siempre trató de desvincularse de los “spaghetti westerns”, recordando a la gente, en particular fuera de Italia, que tenía una vida muy creativa y productiva antes y después de las películas que hizo con Leone.
CAMISA DE FUERZA
“Es una camisa de fuerza. No entiendo cómo, después de todas las películas que he hecho, la gente sigue pensando en ‘Por un puñado de dólares’. La gente está atascada en el tiempo, hace 30 años de eso”, dijo a Reuters en 2007 el Maestro, como se lo conocía en Italia.
“Mi producción de Westerns es quizás el 7,5% o el 8% de todo lo que he hecho”, agregó.
Una de las bandas sonoras más evocadoras de Morricone fue la que compuso para la película de 1986 “La Misión”, de Roland Joffe, por la que fue nominado a un Oscar y ganó un Globo de Oro.
Para acompañar la historia de las misiones jesuitas en la Sudamérica del siglo XVIII, Morricone utilizó corales litúrgicos de estilo europeo y tambores indígenas para transmitir la mezcla del viejo y el nuevo mundo.
Otro clásico fuera del género del Oeste fue “Érase una vez en América”, de Leone, en 1984, que contaba la historia de unos niños judíos pobres de Nueva York que crecen hasta convertirse en mafiosos de la época de la Prohibición.
En Italia, Morricone desarrolló una estrecha amistad con el director Giuseppe Tornatore, cuyo film “Cinema Paradiso” ganó el Oscar a la mejor película extranjera en 1989.
Morricone también compuso bandas sonoras para “Los intocables” de Brian De Palma, “Bugsy” de Barry Levinson y “El largo silencio” de Margarethe von Trotta.
TALENTO PRECOZ
Nacido en Roma en 1928 bajo la dictadura fascista de Benito Mussolini, Morricone aprendió música de su padre, trompetista en pequeñas orquestas.
Ingresó en el conservatorio de Roma a los 12 años, donde estudió trompeta, música coral y composición, y más tarde fue elegido miembro de la orquesta de la prestigiosa Academia de Santa Cecilia.
Primero escribió música para programas de teatro y radio y más tarde fue arreglista de estudio para sellos discográficos, trabajando con algunas de las estrellas del pop más conocidas de Italia de los años 50 y 60.
Compuso en la sombra para varias películas antes de recibir su primer crédito para un largometraje con “Il Federale” de Luciano Salce en 1961.
Su éxito con el realizador italiano Leone, un antiguo compañero de escuela, lo convirtió en uno de los compositores más deseados para la gran pantalla, con directores de todo el mundo abriéndole la puerta: John Huston, John Boorman, Terrence Malick, Bernardo Bertolucci, Barry Levinson, Warren Beatty, Oliver Stone, Barry Levinson, Roman Polanski y Franco Zeffirelli.
Morricone dijo que lo único que lamentaba era no haber trabajado nunca con Stanley Kubrick.
“Me llamó para hacer la banda sonora de ‘La Naranja Mecánica’ y le dije que sí. No quería venir a Roma, no le gustaba volar. Y luego llamó a (Sergio) Leone, quien le dijo que yo estaba ocupado trabajando para él. No volvió a llamar”, dijo.
Uno de los pocos italianos que se ha convertido en una leyenda de Hollywood sin vivir allí, Morricone dijo que un estudio le había ofrecido en una ocasión una lujosa villa en California, pero la rechazó.
“Todos mis amigos están aquí, así como muchos directores que me aman y aprecian mi trabajo”, dijo. “Roma es mi hogar.”
Morricone se casó con María Travia en 1956. Tuvieron tres hijos y una hija.
Información de Reuters