El terremoto de magnitud 7.5 que sacudió este martes con fuerza el centro y sur de México ha dejado al menos cuatro personas muertas en el sureño estado de Oaxaca, epicentro del movimiento telúrico que activó la alerta sísmica en la capital del país.
En declaraciones a medios, el gobernador del sureño estado de Oaxaca, Alejandro Murat, informó que una joven de 22 años falleció tras un “pequeño derrumbe” de un edificio en Crucecita, localidad cercana al lugar donde se originó el sismo.
Mientras que en San Juan Ozolotepec, “un adulto también perdió su vida” al parecer a “raíz del susto” por el movimiento telúrico.
Además, un hospital de Huatulco dedicado a la atención de pacientes de COVID-19 sufrió daños “estructurales” y se tuvo que desalojar el centro médico.
También explicó que otro derrumbe ha afectado a la comunicación terrestre entre diferentes municipios de la región, y detalló que la refinería ubicada en Salina Cruz, en el Istmo de Tehuantepec, paralizó operaciones por seguridad.
Por su parte, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, descartó víctimas mortales, derrumbes de edificios y daños en hospitales de la capital, donde los ciudadanos pudieron desalojar los edificios gracias a la alerta sísmica.
La alcaldesa informó de “daños muy menores en fachadas y bardas” de 32 edificios de la capital, así como algunos cortes de electricidad y agua.
El sismo de magnitud 7,5 se registró este martes a las 10.29 hora local (15.29 GMT) a 12 kilómetros de Crucecita y se sintió en varios puntos del país.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hizo un llamado a la población a mantener la calma y a tener “precaución” ante posibles réplicas del fuerte sismo.
El terremoto trajo a la memoria de los mexicanos el trágico septiembre de 2017, cuando tres sismos provocaron la muerte de 471 personas.
El terremoto de magnitud 8,2 con epicentro en Chiapas del 7 de septiembre dejó 98 víctimas mortales; 78 de ellas en Oaxaca, 16 en Chiapas y cuatro en Tabasco.
El del 19 de septiembre, de magnitud 7,1 y con epicentro entre Puebla y Morelos (centro), dejó 369 muertos, 228 de ellos en Ciudad de México.
Otras cuatro personas perdieron la vida el 23 de septiembre, cuando un sismo de 6,1 en el sur de México disparó la alerta sísmica en la capital.
Información de EFE