Científicos de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), estudian el uso de extracto dializable de leucocitos –Transferón oral– para disminuir la intensidad de los síntomas de COVID-19.
Incluso se examina para “reducir la sintomatología en tiempo, de manera que repercuta en el desenlace final de la enfermedad”, señaló la coordinadora del protocolo para evaluar la eficacia del medicamento, María del Carmen Jiménez, en entrevista con Notimex.
El Transferón oral es un medicamento desarrollado por el propio Instituto para tratar diversos padecimientos autoinmunes, infecciosos, crónico-degenerativos y respiratorios. Está compuesto por más de 400 moléculas peptídicas.
Para evaluar su eficacia en el tratamiento de COVID-19, los científicos realizan un estudio que incluye a personas que acuden a realizarse la prueba de coronavirus a las instalaciones de la ENCB o se inscriben a través de la página oficial de la institución.
“Una vez que el paciente dice ‘sí’, se le hace una serie de pruebas clínicas en las que se determina si cumple con los criterios de inclusión”, que incluyen tener al menos 72 horas con sintomatología.
“Para la sintomatología nos estamos basando en dos criterios: uno mayor y otro menor. Para el mayor son cefalea (dolor de cabeza), fiebre o tos; mialgias (dolor muscular), artralgias (dolor en articulaciones), entre otros, como criterios menores”, destacó.
Los participantes son divididos en dos grupos: el primero recibe los extractos dializables de leucocitos mientras que el segundo un placebo. Sin embargo, tanto el médico como los participantes desconocen el tratamiento que están recibiendo debido a que se trata de un estudio doble ciego.
A ambos grupos, sin embargo, se les proporciona un tratamiento sintomático reconocido por las guías internacionales, basado en paracetamol, añadió.
“Antes de iniciar cualquier procedimiento, los pacientes pasan al área de consentimiento informado, después a exploración física, pasan a diversas tomas de laboratorio que son necesarias para el seguimiento clínico”, indicó Jiménez.
Los participantes son monitoreados todos los días por los médicos a través de una aplicación digital. Por lo que, incluso pueden conocer su capacidad para respirar a través de la respuesta de diversos cuestionamientos, como cuándo está en reposo puede respirar o siente alguna dificultad, y de un oxímetro, que evalúa la cantidad de oxígeno.
Así, si el participante tiene un nivel de oxígeno menor a 94 por ciento se envía una alarma a los médicos vigilantes a través de la aplicación, quienes se comunican directamente con el paciente.
“Tenemos al paciente muy cuidado, muy seguido las 24 horas del día y además les hacemos visitas en su domicilio para evaluar clínicamente como se encuentra”.
La coordinadora de la evaluación agregó que como es parte de un protocolo de investigación y se debe conocer cómo el Transferón modifica la respuesta inmune, también se toman muestras en su domicilio. Aunado a esto, se realizan llamadas telefónicas durante determinado tiempo.
La participación de cada paciente en el protocolo es de 40 días. Sin embargo, será hasta que termine el paciente 560 cuando concluya la investigación.
“Creo que la participación en el protocolo tiene muchas ventajas para los pacientes porque es una población que, desafortunadamente, no tiene acceso al cuidado médico porque las indicaciones de la autoridad son quédate en casa”, apuntó.