Seis años atrás, cuando el joven salvadoreño Alexander Contreras sembró, junto a su padre, un árbol de guaba al lado de su casa, jamás imaginó que le serviría para algo más que sombra y comida.
Pero desde que el Gobierno suspendió las clases hace poco más de un mes para evitar la propagación del coronavirus, Contreras, de 20 años, tenía que trepar a la copa del árbol para conseguir la señal necesaria que no obtenía en su casa y, así, poder seguir con sus clases universitarias por internet.
“Luego de verme frustrado, yo decía: ‘no voy a aprender, se me va a pasar el tiempo, voy a dejar una materia, puedo hasta como perder el año'”, se lamentó el estudiante de comunicaciones al pie del árbol, en su hogar de adobe y piso de tierra, donde vive con sus papás y cinco familiares más, en el humilde municipio Atiquizaya, a unos 84 kilómetros al oeste de San Salvador.
“Dije: ‘Tengo que buscar una solución’ y, gracias a Dios, la encontré. Vi el árbol y pensé: ‘si me subo a lo más alto probablemente me va a llegar la señal”, relató Contreras.
Sin embargo, el joven confesó que la señal no mejoró demasiado, pero que no tenía otra alternativa.
Desde entonces, de lunes a jueves, acompañado de un paraguas celeste, su teléfono celular y unos audífonos, el joven trepaba el árbol con destreza y reposaba su delgado cuerpo entre dos ramas por hasta cuatro horas, mientras tomaba sus lecciones de diseño, prensa escrita, elaboración de guiones y marketing.
“UN POCO MÁS CÓMODO”
La semana pasada, el presidente Nayib Bukele publicó unas fotos de Contreras siguiendo atentamente sus clases con los implementos de siempre y un cubrebocas y le ordenó a su secretario de Innovación, Vladimir Handal, contactar al joven.
“Conéctenle un dispositivo con buena señal y ancho de banda, gratuito. Díganle que lo felicito”, escribió Bukele en su cuenta de Twitter. La publicación ha logrado más de 56,000 “likes” en un país de 6,4 millones de habitantes donde casi la mitad de la población no tiene acceso a internet.
Y, desde esta semana, el joven ya no tiene que subir al árbol para atender sus clases ya que el gobierno de Bukele le hizo llegar un dispositivo wifi, una computadora portátil y un celular con los que puede seguir sus estudios desde su sala.
Personas de todas partes del país, al ver su foto en la publicación del mandatario, le hicieron otros obsequios: un escritorio, una silla, una lámpara y un ventilador para combatir el abrasador calor, dijo el joven universitario.
“Estar allá arriba es muy incómodo. Estar sentado tanto tiempo (…) aguantando sol, aguantando calor. Ya voy a poder estar un poco más cómodo”, comentó Contreras.
Información de Reuters