El Tribunal Superior de Justicia de la CDMX ya suma cinco casos de nepotismo que incluyen a 35 familiares de Magistrados y empleados administrativos.
De acuerdo con trabajadores y archivos del Tribunal a los que REFORMA tuvo acceso, Delia Rosey Puebla, Magistrada de la Sexta Sala, ingresó el 16 de junio de 1963 y, desde entonces, le siguieron una hija y siete sobrinos.
El Magistrado de la Quinta Sala Civil, Élfego Bautista Pardo, llegó al TSJ el 16 de junio de 1980 y, después de esta fecha, lo hicieron una hermana, dos hijas, un primo y tres sobrinos.
Caso similar al del Secretario General del Sindicato Único de Trabajadores del Poder Judicial de la Ciudad, Diego Valdés Medina.
Inició su carrera en enero de 1987, actualmente cobra como Secretario Proyectista y tiene como compañeros de trabajo a su esposa, a su suegra, a dos hijos, a una prima y a una cuñada.
Otro caso es el de Susana Calzadilla Reyes, administrativa especializada que después de ingresar al Poder Judicial el 1 de julio de 1984, ocho sobrinos, tres hermanos y tres hijos fueron dados de alta como trabajadores del Tribunal.
Julio Ríos, investigador del CIDE y quien documentó que 51 por ciento de jueces y magistrados federales tienen al menos un pariente laborando en el mismo circuito que ellos, no descarta que esta práctica se dé en el Tribunal local.
“Es un tema que daña mucho al Poder Judicial y que se tiene que corregir”, aseguró, “el Poder Judicial tiene la tendencia de que la ropa sucia se lava en casa y la verdad es que ni la lavan (…) y sí tienen mucha”.
En agosto de 2018, REFORMA publicó que el juez Roberto Martínez González ingresó al Tribunal en 1983, y después de esta fecha, cuatro hermanos, una prima, un sobrino y dos hijos se colocaron en distintas áreas del mismo.
Con información de Reforma