Ayer, la derecha perdió espacios en el Senado ante Ernesto Cordero, quien, apoyado por PRI, PVEM, PRD y PT, asumió la dirección de la Mesa Directiva y en venganza utilizó la bancada para romper acuerdos, evitar la renovación de la Mesa Directiva y afectar el protocolo de entrega-recepción del Quinto Informe.
La facción de Anaya no dejó tomar protesta al priista Jorge Carlos Ramírez Marín como presidente de diputados, a los vicepresidentes y a los secretarios de la Mesa por la designación del fiscal General de la República y porque el PRI impulsó a Cordero como presidente del Senado.
Frente al bloqueo del PAN, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, no acudió al Congreso para entregar el Quinto Informe del poder ejecutivo.
El líder de los senadores del PRI, Emilio Gamboa, exigió que los pleitos de los partidos no se lleven al Poder Legislativo. Esto, luego de una fractura en el PAN porque en el interior tampoco hay acuerdo en la designación del fiscal general de la República ni con que Ernesto Cordero sea el presidente del Senado.
La ley establece que a más tardar el 5 de septiembre se puede instalar la nueva Mesa Directiva. Guadalupe Murguía, quien permanece como la presidenta hasta entonces, ya analiza con diferentes grupos parlamentarios el marco legal por si el PAN cumple sus amenazas.
Con información de Excélsior
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