El doctor José Manuel Mier realizó el viernes una cirugía a distancia a dos pacientes con cáncer de pulmón. Se encargó de enviar comandos al robot Da Vinci que realizó tres orificios en la parte lateral del paciente para extraer un tumor.
“El robot es un aparato de cuatro brazos que colocamos encima del enfermo, uno de ellos es la cámara con la que podemos ver desde la consola, y los otros tres se introducen dentro del enfermo y esos instrumentos tienen grandes virtudes, llegan a rincones donde la mano del cirujano llega con dificultad o incluso si lo hace, sería torpe”, explicó Mier trás la primera cirugía.
“Yo tengo mis dedos en una especie de guantes y mis movimientos los reproduce el brazo del robot a distancia, pero con la ventaja de que los corrige, si tuviera la mano temblorosa o por accidente alguien llegara a pasar y me pega en el brazo, esos movimientos bruscos y temblores los filtra de tal manera que la seguridad y calidad de disección de los tejidos es infinitamente mejor”, indicó.
Para la operación, el doctor Mier levantó el pulmón con uno de los brazos del robot y con otros dos realizó la extracción de la zona en la que se ubicaba el tumor.
El médico se debe colocar en la cabina con un visor, en el que tiene la imagen en 3D y en alta definición del órgano a tratar. Ahí se presenta la primera ventaja para el especialista, ya que opera sentado, lo que evita cansancio y los errores que podrían derivarse del desgaste físico.
Las ventajas que ofrece al paciente operarse con el robot son una recuperación más corta, debido a que no se ejecutan heridas grandes, por lo que en 48 horas se estima que puede volver a su casa e iniciar la rehabilitación.
Estos instrumentos tienen grandes virtudes, llegan a rincones donde la mano del cirujano llega con dificultad o incluso si lo hace sería torpe
Con información de El Financiero
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