En un hecho sin precedentes en el país sudamericano, autoridades argentinas detuvieron a una célula formada por cuatro personas de nacionalidad mexicanas que opera para el cartel de Michoacán e incautaron cerca de dos mil kilos de cocaína.
El operativo fue realizado en las ciudades de Bahía Blanca, a 650 kilómetros al sur de Buenos Aires, y en Mendoza a 700 kilómetros al noroeste de la capital, dejó un saldo de 17 detenidos entre ellos los cuatro mexicanos y 50 teléfonos intervenidos.
La droga estaba escondida en ocho falsas bobinas de 10 toneladas cada una que, en lugar de acero, contenían 1.708 ladrillos de cocaína. El destino de la mercadería sería, en principio, la ciudad de Barcelona, pero también Canadá.
Las autoridades argentinas también elevaron pedidos de captura internacional para otros dos mexicanos que se encuentran prófugos.
De confirmarse el peso de las sustancias incautadas, sería el más importante de la historia del crimen organizado en Argentina.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo: “Creemos que la droga entró a Argentina desde Chile y eso tiene que ver con que hay mucho control desde el norte (en el límite con Bolivia), entonces las organizaciones están cambiando su ruta”.
Los allanamientos fueron realizados por orden de la Justicia Federal en viviendas de la ciudad de Bahía Blanca y en el parque industrial de la misma ciudad. Además de la cocaína se secuestraron 220.000 dólares en efectivo, 158.000 pesos (9.700 dólares) y cinco vehículos, además de armas de fuego.
Se cree que los mexicanos se instalaron en esa ciudad portuaria del sur de la provincia de Buenos Aires, una región conocida por tener una importante base militar, a principios de año. Incluso, llegaron a alquilar casas para operar con facilidad.
Con información de El País
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