Adultos mayores trabajando

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Sandra entrega su tarjeta de crédito y el cajero le pregunta si desea realizar un retiro.

Ella contesta que no.

En lo que espera que el cargo sea autorizado, su mirada se detiene en la persona que guarda en bolsas de plástico la compra que acaba de realizar.

Sandra no puede creer que un señor de aproximadamente 80 años sea quien deposita sus productos en el carrito del súper.

Las manos de Alfonso tiemblan al guardar el galón de detergente para ropa negra. Lo mismo ocurre con los cinco litros de aceite y el bulto de ocho kilos de croquetas.

En ese momento, Sandra toma conciencia de Alfonso y del trabajo que le cuesta realizar aquella tarea.

Curiosamente, es la primera vez que Sandra reflexiona sobre quien amablemente guarda su compra. Y le extiende una moneda de diez pesos para recompensar su esfuerzo.

El cajero le regresa su tarjeta de crédito, la guarda en su bolsa y empuja el carrito del súper, caminando rumbo a la salida.

En el trayecto, Sandra hecha un vistazo a las demás cajas. En todas hay un adulto mayor como empaquetador: 

Magdalena, de 68 años.

Leonel, de 72 años.

Francisco, de 81 años.

Y así, una larga lista de nombres y edades que superan los 60 años de edad.

Sandra se reprocha las veces en que no les ha dejado propina y se promete que no volverá a ocurrir.

Ella tiene 55 años. Se pregunta qué pasaría si estuviera en ese caso y en lugar de disfrutar una pensión y estar en su casa descansando, tuviera que trabajar como Alfonso.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (la ENOE), que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (el INEGI), reportó que en el primer trimestre de este año había 207 mil 597 adultos mayores en actividades laborales. De éstos, 145 mil 991 son hombres y 61 mil 606 mujeres.

Alfonso, ese amable señor que guarda la compra en el supermercado, es parte de esa encuesta. Y también es uno de los beneficiados que la Secretaría de Desarrollo Económico y Sustentable ha promovido para conseguir empleo remunerado.

En los últimos años, según estas cifras de la ENOE, la cantidad de adultos mayores laborando ha crecido. Leyes en muchos estados de la República Mexicana han motivado que los empresarios del sector público y privado contraten a personas mayores de 55 años de edad.

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El Instituto Nacional de las Personas Mayores (el INAPAM) es una de las organizaciones que cuenta con programas de capacitación, asesoría y bolsa de trabajo para los mexicanos que ya cumplieron los 60 años. 

También está el Centro de Desarrollo de Talento, creado por la Secretaría del Trabajo y la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos, donde se ofrecen cursos y seminarios, por ejemplo en actualización informática, para brindar mayores oportunidades a la hora de conseguir empleo.

Es importante aclarar que el estar jubilados o pensionados, no excluye a los adultos mayores de estas oportunidades y programas gubernamentales. 

Al contrario, se busca aprovechar la experiencia de tantos años y satisfacer sus necesidades económicas, ya que como sabemos, muchas veces estas pensiones no son suficientes.

Entre los empleos habituales que pueden conseguir, están los ubicados en el área de limpieza y preparación de alimentos; también como costureras; guardias de seguridad y asesores comerciales. 

Para ser asesor comercial se requiere una escolaridad mínima de secundaria. Mientras que para el personal de limpieza sólo hace falta saber leer y escribir. 

La historia de Alfonso es una de las muchas de adultos mayores que trabajan en tiendas de autoservicio, donde laboran cuatro horas diarias, pueden elegir su horario y tienen derecho a un día de descanso.

¿Cuántas veces vamos al súper y no nos percatamos de su presencia? ¿Cuántos les hemos dado una propina como recompensa a su esfuerzo? 

Son personas que como tú y como yo, también están trabajando por un sueldo, que no han tenido la opción de quedarse en su casa después de la jubilación, porque tienen una necesidad económica. 

Que tal vez, ni siquiera cuentan con una pensión. Personas que aún sienten esa necesidad de ser útiles a la sociedad. Y que como muchos de nosotros, disfrutan ser productivos.

Si tú eres empresario, si tienes un negocio, una pequeña o mediana empresa, y tienes la oportunidad de ofrecer empleo a un adulto mayor, ¿por qué no lo haces? ¿Por qué no ser parte de este cambio que tanto necesita nuestro país?

Un cambio de mentalidad donde las personas no son desechables por cumplir 60 años. Un cambio donde la experiencia es un tesoro y no un estorbo. Tenemos que ser una comunidad incluyente, una sociedad donde todos participemos, donde dejemos a todos participar del desarrollo de nuestro país.

Somos muchos los mexicanos que sabemos que México es un gran país, y parte de su riqueza es su gente. Somos muchos los que reconocemos el esfuerzo y que sabemos que el trabajo diario es la manera correcta de conseguir nuestros objetivos. Y no robando o transando.

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Somos un país de gente valiosa, de gente con experiencia que puede enseñarnos mucho. Somos un México que se une como comunidad para hacer de nuestra sociedad un mejor lugar para vivir. Somos un México donde somos más los buenos.

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Esta es tu casa digital, donde para mí es un placer recibirte para informarte de contenidos actuales, noticias y muchas historias, mismas por las que me llaman: la ’periodista de vida’.

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Mi día a día es una locura: voy del programa de radio en Grupo Imagen, a encontrarme con miles de personas en una conferencia, grabo los Fernanda Talks Home, atiendo mi casa y a mis hijos; de ahí a dar una plática para una empresa, entrevistar a alguien, escribir un poco para editar otro libro... Alguna vez me dijo Héctor Bonilla que yo me había tragado una turbina, y ¡sí! Vivo intensamente feliz a este ritmo, desde hace más de 30 años y, lo mejor, es que todavía tengo mucho que aprender, mucho por hacer, decir y compartir contigo.

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