No hace falta más que ver lo que hace una mujer en un solo día, desde muy temprano en la mañana comienza su jornada laboral y va terminando cuando deja a toda la familia descansando, ahí, inicia muchas de las veces otra jornada.
“Para aprovechar la noche” y que los chamacos se han dormido, las amas de casa se ponen a limpiar, lavar platos, planchar ropa y uniformes que se usarán al día siguiente y otras tantas monerías.
Muchas ocasiones he escuchado el comentario: ¿Trabaja o es ama de casa?, ¡qué pregunta tan más estúpida!, ¿pos que a poco es muy divertido pasarse todo el día en friega y encerrada?; vaya, he conocido mujeres (muchas) que prefieren mil veces más ir a trabajar que quedarse en casa porque (dicho por ellas mismas) estar en casa es una friega y prefieren salir a trabajar y buscar quien les eche la mano en las labores del hogar.
Pareciera que todos los días tienen que sorprender a la familia con el menú de la comida (s), porque si no, no ha de faltar el que pregunte ¿otra vez lo mismo?, aunque el platillo se haya hecho apenas la semana pasada.
Ingrato el trabajo de la casa, porque cuando todo marcha sobre ruedas, nadie lo nota, pero basta que un día, que digo un día, unas horas no esté la mujer al frente del hogar, para que se note el caos.
Generalmente, la mujer es el eje de la familia, es quien finalmente termina con las decisiones más importantes, y es tan inteligente, que nos hace creer al hombre que somos los que decidimos, que “mandamos”, claro, nomás para hacernos sentir bien, o mejor dicho, para no hacernos sentir menos.
Señores, aceptémoslo, algo tienen las mujeres que nosotros no tenemos, o quizá tenemos algo mal en la tatema, porque ¡ah como somos brutos para hacer varias cosas al mismo tiempo!, díganme si no, una mujer puede estar el teléfono, haciendo la comida, checando al chamaco que no haga travesuras, dando instrucciones a otro hijo sobre la tarea, mientras le dice al esposo que el cuadro que está poniendo en la pared está chueco, y para acabarla de amolar, de reojo ve algo que le interesó en su Facebook. (POSQUIOBO)
Y no es por comparar, ni mucho menos, pero… ¿Y nosotros los hombres?, una de dos, o contestamos el teléfono o no hacemos nada más, porque si estamos hablando y alguien nos pregunta algo, le decimos al interlocutor “permíteme”, tapamos la bocina y ponemos atención a la persona que nos hablaba.
¿Y qué me dicen de aquellas mujeres que a falta de pareja, son el todo en su hogar?, ¿cómo hacen para hacer el papel de “el policía bueno y el policía malo”?, ¿de dónde sacan el tiempo para desdoblarse?
Han de disculpar mis estimados cuatro lectores, pero eso que hacen las mujeres, no es “normal” eso es cosa de súper héroes, yo hasta a veces he creído que su ADN fue genéticamente modificado por seres de otros planetas.
Yo no creo que los hombres aguantemos un mes entero a ese ritmo sin terminar mínimo medicados y en tratamiento psiquiátrico.
¿Ustedes que opinan?, hagan grupos de tres, saquen sus conclusiones y discutan el caso, y mientras son peras o manzanas, mis respetos para las amas de casa… ¡Me quito el sombrero!
¡ Hasta la próxima semana ¡
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Me gusta la comida de la Abuela Licha, pero no sus bastonazos. #MiAbuelaEsMiTroll
Eterno admirador de las mujeres y de mi vecinita que acá entre nos, se parece a Salmita Hayek.
Hablo latín, latón y lámina acanalada.
Me invitaron a la última película de Quentin Tarantino pero no traía para la entrada, además no me gusta la sangre, por eso mejor me fui a comprar unos tacos de tripitas.
Si esperas encontrar alguien que escriba bien y bonito, ya te fregaste...yo no'más cuento historias.