La Diócesis de Veracruz confirmó el secuestro y asesinato de los sacerdotes Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Juárez de la Cruz.
Según los reportes, un comando irrumpió en la Iglesia Nuestra Señora de Fátima en el municipio de Poza Rica, y secuestro a tres hombres.
A las horas, fue liberado el tercer sujeto, chofer de uno de los curas. Éste fue trasladado a un hospital para revisarle y posteriormente fue llevado a declarar.
Ya por la tarde, se encontraron los cadáveres de los curas en un paraje sobre la carretera Papantla-Poza Rica, a la altura del municipio de Papantla.
Al respecto, la Conferencia del Episcopado Mexicano lamentó el crimen y exigieron la aplicación de la justicia.
“En estos momentos de dolor, impotencia y tragedia provocada por la violencia, elevamos nuestra plegaria al cielo por el eterno descanso de estos hermanos nuestros, e imploramos al Señor la conversión de sus agresores; de la autoridad esperamos el esclarecimiento de los hechos y la aplicación de la justicia contra los responsables”, se leía en un comunicado emitido por el Arzobispo de Guadalajara y presidente de la Conferencia, Francisco Robles Ortega.
Con información de El Universal y Conferencia del Episcopado Mexicano
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