¿Te imaginas sufrir un temblor de ocho grados en un piso 44 solo atado a una antena?
No creo que sea una sensación que te guste vivir, pero es la que le tocó a Porfirio Callejas, un pintor que subió hasta la antena de la Torre Latinoamericana en el Centro Histórico de la Ciudad de México, la mañana del 19 de septiembre de 1985.
Según lo que narra Callejas, él subió a las 07:00 horas para pintar la antena, por lo que tuvo que sujetarse con un arnés. A los pocos minutos empezó el movimiento, y él seguía arriba.
Para haber sido construida en 1940, la Torre goza de tecnología de punta. Sus cimientos son tres pisos de sótanos que dan fuerza a los 44 niveles que carga. Además, todo su peso flota gracias a un sistema de inyección de agua que equilibra los movimientos de tierra.
Esas condiciones hicieron que Callejas pudiera sobrevivir.
Esta y otras historias del temblor que acabó con 371 edificios modernos, dejó a más de 30 mil damnificados, y siete mil muertos (según el gobierno, ya que hay versiones que hablan de 40 mil), se encuentran vertidas en el libro “Los Pequeños Secretos el Centro Histórico” de Elena Jiménez.
Una excelente opción para los amantes de la lectura.
Con información de MXCity.com
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