Para desbancar a la ficción, solo te tienes que fijar en la realidad. Así lo demuestra el caso de Austin Harrouff, un joven de 19 años que asesinó a dos personas y comió parte del rostro de una de ellas.
Los terroríficos eventos ocurrieron al sur de Florida, Estados Unidos. Según el alguacil del condado de Martin, William Snyder, identificó al agresor como un estudiante de la Universidad Estatal, y quien se encontraba de visita con sus amigos de fraternidad.
Según los primeros reportes, Austin asesinó a una mujer y a un hombre a cuchilladas, en la cochera de su casa. Fue un vecino quien escuchó los gritos y llamó a las autoridades.
“Uno de los policías llegó y vio al hombre arrancando con sus dientes parte de la cara de la víctima. Era una escena de terror”, dijo el alguacil quien agregó que el atacante pudo haber estado bajo los efectos de alguna droga.
Esto porque el joven gemía como un animal y decía incoherencias, incluso cuando era trasladado a un hospital donde le atendieron las heridas provocadas por el forcejeo con las víctimas.
Incluso se habló del alucinante “flakka”, una droga sintética que produce fuerza extraordinaria en quienes la consumen. Y es que fueron necesarios cuatro policías para contener a Harrouff, quien incluso sufrió tres descargas táser.
Este caso nos recuerda al del “Caníbal de Miami”. Ocurrió en mayo de 2012, cuando el afroamericano Ruby Eugene, de 31 años, arrancó con sus dientes el 75% del rostro del indigente Ronald Poppo, quien por fortuna sobrevivió.
Entonces, los policías tuvieron que asesinarlo a tiros, y se cree que había consumido ‘sales de baño’, una mezcla de anfetaminas y alucinantes.
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