La Policía Federal encontró en un rancho del municipio de Tlalixcoyan, restos óseos y sangre que después de un “riguroso análisis genético”, probaron ser de dos de los jóvenes desaparecidos el 11 de enero.
De acuerdo con una comunicado de la Segob, en el rancho se “manipulaban drogas, manejaban equipo empleado para modificar vehículos, almacenaje ilegal de hidrocarburos, etc”.
“Al efectuar la confronta de las muestras tomadas en el rancho, con los perfiles genéticos proporcionados por los familiares de las víctimas, se determinó la coincidencia con dos de los jóvenes desaparecidos”, indicó sin aclarar a quién de los jóvenes pertenecen: José Benítez de la O, Mario Arturo Orozco Sánchez, Alfredo González Díaz, Bernardo Benítez Arróniz o Susana Tapia Garibo.
El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa, ratificó el compromiso de mantener informados a los familiares sobre todo avance, además de que se continuará con el proceso de búsqueda hasta terminar la investigación y castigar a los responsables.
Con información de La Jornada
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