Pekín fue el escenario de una hazaña de ingeniería: la destrucción y reconstrucción del puente de Sanyuan en menos de 48 horas.
Esta monumental obra para la que fueron necesarias 1,300 toneladas de concreto, inició el 13 de noviembre a las 11 de la noche y sólo 43 horas después, el puente estaba listo para el impresionante tráfico de la ciudad.
Con información de RT
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