El Airbus-321 de la compañía rusa Metrojet se vino abajo el pasado 31 de octubre a causa de la explosión de una bomba en su interior. Así lo informó esta mañana el presidente de Rusia, Vladimir Putin, el jefe del FSB (antiguo KGB), Alexánder Bórtnikov, durante una reunión del Consejo de Seguridad ruso.
A 17 días del hecho que mató en total a 224 personas, entre ellos 25 niños, 192 pasajeros adultos y 7 tripulantes, los servicios de inteligencia rusos precisaron que una bomba fue la que derribo la aeronave.
Putin ha asegurado que la actual operación aérea en Siria, no sólo continuará, sino que será «intensificada». El máximo dirigente ruso afirma que los responsables del atentado serán «encontrados y castigados» allá donde se encuentren.
Con información de El Universal
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